Jano, el dios de los cambios
Entre las divinidades que veneraban los romanos, la mayoría pueden ser rastreadas a la apropiación de dioses de otras culturas. Jano es la excepción. Este dios bicefalo es una de las principales divinidades del panteón romano y uno de los pocos dioses totalmente originales de este pueblo. Jano se calificaba como el dios de las transiciones, el tiempo, la dualidad, los pasajes y las puertas. Con tales conceptos abstractos en su dominio, era una divinidad metafórica y literalmente polifacética. Se lo solía representar con dos caras: como Janus Portonus, era dios de las puertas, los puertos, el comercio, los viajes y otros tipos de pasajes físicos; cómo Janus Pater se los consideraba como el superior a todos los dioses. Otras veces, uno de los rostros era representado como un muchacho joven y el otro como un anciano barbudo, simbolizando el paso de las edades del hombre.
Construido por Numa Pompilio, el segundo rey de Roma, el templo de Jano se alzaba cerca de la Curia, dentro del Foro Romano. En el centro se alzaba una estatua del gran Dios Jano, que apoyaba a los romanos durante el conflicto. Más que un templo, era una especie de pasaje, como corresponde a este particular dios. Este "templo" solo contaba con un pasillo con bóvedas y dos únicas puertas a cada extremo. Otro de los legados que nos llegó de Jano hasta nuestros días esta en el calendario: al ser Jano nombrado al principio de cada ciclo anual, su nombre en latín, Iaunus, es la raíz del nombre del mes Enero.
Junto a Júpiter, presidia los rituales romanos. Se podían encontrar apelaciones a Jano en los tiempos de siembra y cosecha, en los matrimonios, en los nacimientos y en los funerales. Se teoriza que la idea detrás de este dios es acompañar todos los tipos de cambios, sean económicos, personales, sagrados o profanos. Su relación con el resto de los dioses es difícil de definir, ya que muchas historias que lo enlazan con el panteón griego son obra de autores romanos posteriores. En una de estas historias, Jano recibe al desterrado titan Saturno (Cronos) y este, en recompensa, le da el doble conocimiento del pasado y el futuro.
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