Las armas del hoplita

Las armas del hoplita


Como vimos en el último capítulo, la falange fue la táctica mas difundida en todo el Mediterráneo entre los siglos VI y IV a.C. La falange se componía de soldados llamados hoplitas, cuyo estilo fue copiado por muchísimos pueblos a lo largo de Europa y Asía, mas allá de la Grecia donde se había originado. Tomemos un vistazo más detenido a que significaba ser hoplita en la antigüedad clásica.

Construcción del hoplon y varios diseños

Lo que le daba nombre al hoplita es su famoso escudo, conocido como hoplon: un escudo circular hueco que solía tener entre 90 y 110 centímetros de diámetro. Se construía utilizando maderas de roble que eran revestidas con capas de bronce o algún otro metal maleable y solía pesar alrededor de 9 kilos. Por dentro, el hoplon era un escudo de doble agarre: se pasaba el antebrazo por una agarradera y con la mano de ese mismo brazo se sostenía una manija agarrada al interior del escudo. En algunos casos tenía una soga atada una serie de pernos en el interior. De la cara de afuera, el hoplon estaba decorado con motivos de animales o símbolos del ejército o ciudad de la que formaba parte el soldado.

Hoplita macedonio con su sarissa

El arma principal de todo hoplita era la lanza o dory. Los griegos utilizaron por mucho tiempo un tipo de lanza que medía entre 2 y 2,5 metros. Obviamente se utilizaba principalmente la punta de lanza, un trozo de hierro afilado de al menos 10 cm, pero en el otro extremo tenía un contrapeso de bronce para manejarla mejor. Para el siglo IV a.C., los macedonios, famosos por la forma en que perfeccionaron la falange, pasaron a usar la sarissa, una lanza el doble de largo que la dory, ¡algo de 6 metros!, que se podía desarmar y ensamblar, y con un contrapeso mucho mas pesado que permitía que enterraran la lanza en el suelo si lo necesitaban.

Representación de una xiphos (izquierda) y una kopis (derecha), las espadas mas comúnmente usadas por hoplitas

Como último recurso, en la batalla, el hoplita se libraba de la lanza y tomaba su arma secundaria: la espada. El xiphos o espada corta griega era similar a la utilizada en la edad de bronce, en el tiempo de las leyendas homéricas, por el primer milenio antes de Cristo. Consistía de una hoja corta de acero, de menos de 40 cm. con doble filo. También, se utilizaba la kopis, que de a poco fue reemplazando al xiphos. En este caso, la kopis era una espada un poco curvada y con una mayor longitud, casi medio metro. Si bien el diseño de la kopis parece tener influencias egipcias, parece que es de origen etrusco. Este último diseño sería apropiado por la infantería romana a partir del siglo V a.C.

Hoplita ensamblando su armadura

El oficio de hoplita solía pertenecerle a las clases mas acomodadas en las sociedades del mundo antiguo, en especial a aquellos propietarios de tierras. El motivo de esto es que solo las personas con solvencia económica podían costearse todo el equipamiento para formar parte de la falange. Esto se nota en especial en la panoplia o armadura del hoplita, que consistía en casco, una coraza para el torso y grebas o protección para las piernas. Como la mayor parte de estas piezas eran de bronce y otros metales, el costo era muy elevado. Los cascos venían en diseños muy diversos, pero por lo general todos protegían la cabeza y loas mejillas, cubriendo casi todo el rostro. También en las corazas habían una importante variedad, yendo desde corazas con músculos esculpidos o diseños intrincados para los líderes y oficiales del ejército, pasando por piezas de bronce que cubrían todo el torso para la infantería pesada, hasta el linotórax, una flexible envoltura de lino y cuero que se usaba cuando no se disponía de metal. En la zona de Italia, fue muy común el uso de placas circulares de metal aseguradas con correas de cuero como coraza, que ofrecía muy poca protección salvo de ataques frontales.

Si les interesa más sobre la vida del hoplita, les dejo un vídeo muy informativo:



Comentarios

Publicar un comentario