Aníbal, la pesadilla de Roma

Películas - Aníbal, la pesadilla de Roma (2006)

Esta producción de la BBC es uno de los pocos intentos hechos hasta hoy para traer la trepidante historia del gran general cartaginés a la pantalla. Ideada como una especie de dramatización con voz en off de documental, Aníbal, la pesadilla de Roma cumple su objetivo de retratar el dram y la tensión de la campaña de los cartaginenses en Italia. 

El gran Aníbal Barca montando un elefante (no se dañó a ningún animal en la filmación de esta película)

La historia se apega estrictamente al desarrollo de la campaña, aunque inicia con otro momento muy particular de la vida de Aníbal: el juramento que realizo cuando era aún un niño ante Amílcar de eterna enemistad contra Roma. De allí nos metemos de lleno en la salida del ejército cartaginés de Hispania y el inicio de las hostilidades. La película sigue al pie de la letra a fuentes como Tito Livio y Polibio, tanto en la campaña como en las políticas romanas, la cuál también es hábilmente retratada. Si bien es una excelente producción, está claro que no es un film con un presupuesto hollywoodense: las batallas sufren a causa de ello y las únicas que realmente se desarrollan con claridad son Cannas y Zama. También, por las limitaciones de la película, otros teatros de la guerra, como Hispania o Sicilia, están ausentes o con suerte son mencionados. Pero aún así, el foco del film es su personaje titular y en eso no decepciona.

Aníbal (Alexander Sidig) junto a Maharbal (Emilio Doorgasingh) a su derecha y Magón (Mido Hamada)  a su izquierda

Alexander Sidig como Aníbal es realmente una de las mejores cosas de la película. La caracterización de un hombre astuto, carismático y guiado fanáticamente por su sed de venganza. El reparto acompaña eficientemente a Sidig como sus compañeros Magón, Maharbal y Gisco. La relación entre el protagonista y sus generales me pareció uno de los puntos mas interesantes. Los romanos no se quedan muy atrás, pero el protagonista sigue siendo Aníbal y por ello suelen quedar relegados. Sin embargo Ben Cross como Fabio Máximo y Shaun Dingwall como Escipión hacen un buen trabajo con lo que tienen.

Contingente de galos de Aníbal a la carga

Es de sumo interés cómo se ponen en escena las ambientación y los ejércitos. A diferencia de otros films donde se peca de retratar a las legiones con su equipamiento imperial, en esta película se hace un buen trabajo retratando el ejercito republicano con sus distintos sectores: los hastati tienen su armadura de pectoral, bien diferenciada de los prínceps usando cota de malla, y a su vez todos diferenciados de la caballería y de los oficiales. El ejército de Aníbal también aparece con excelente claridad, desde el equipamiento rudimentario de los galos, los jinetes númidas y, obviamente, los elefantes. Las locaciones usadas son también muy exactas, y hay una variedad clara entre los prados hispánicos, los escarpados Alpes, los bosques italianos y las áridas llanuras africanas.

A la derecha, Publio Escipión (Shaun Dingwall) acompañando a su padre en la batalla del Trebia

Sin embargo, hay algunas críticas para hacer a esta película desde el punto de vista del rigor histórico. Naturalmente hay mucho de la guerra condensando, dado la cantidad de sucesos. Pero hay algunas ausencias llamativas, como la falta de mención de Capua y la campaña de Aníbal en el resto de Italia o la escasa mención del paso por los pantanos en los montes Apeninos, una prueba casi tan difícil como el paso de los Alpes. Y en la sección del paso por los gélidos Alpes hay una escena curiosa, extraída de Tito Livio, sobre como utilizaron fuego y vino para partir rocas que bloqueaban el paso del ejército. Si bien tiene su fuente literaria, es extraño que hayan incorporado esta escena cuando hubo otras faltas llamativas. Fuera de las primeras batallas, luego de Cannas el film se centra directamente en el camino a Zama, con las intrigas políticas en ambos bandos y termina siendo un final un tanto abrupto. Escipión quizás no recibe mucha atención, pero es lógico dado que el foco de la película está puesto en Aníbal. También la escena final recorta un tanto la historia, ya que después de la derrota en Zama, Aníbal gobernó Cartago por cinco años antes de convertirse en fugitivo. La última objeción que tengo respecto a la película es sobre las batallas en sí, ya que como muchas películas sobre la antigüedad, peca de transformar todo encuentro en un caótico melé ausente de formaciones coherentes. Hay partes dónde es justificable, como la masacre al final de Cannas, pero a veces falta ver mas las tácticas de los ejércitos en vez de solamente ser nombradas.

Filmando al fragor del combate

En conclusión, ¿tengo mis críticas sobre la película? Algunas, pero solamente porque es un film que aspira a ser más preciso que un mero relato ficcionado. Y a pesar de todo, creo que hace un gran trabajo y definitivamente recomendaría esta película a todo interesado en las Guerras Púnicas. No hay duda de que es una producción hecha con la historia en mente y se nota el esfuerzo de presentar estos 17 años de guerra en un buen film. La actuación, la puesta en escena y la relativa exactitud hace de Aníbal, la pesadilla de Roma la mejor película disponible sobre este fascinante choque de dos imperios. Por cierto, se encuentra disponible para ver completa en YouTube con subtítulos:


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